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Necesidades Específicas de Apoyo Educativo en la Dislexia

Necesidades en los aprendizajes escolares: lectura, escritura y matemáticas

Los niños con dislexia presentan necesidades educativas específicas para llevar a cabo sus aprendizajes escolares, sobre todo en cuanto a:

  • Lectura:
    • Identificar y discriminar los diferentes fonemas.
    • Realizar la conversión grafema-fonema con corrección.
    • Comprender lo decodificado, extrayendo las ideas principales y las conclusiones más relevantes.
    • Relatar lo leído, explicar o reproducir dichas informaciones.
    • Sentirse motivados por las tareas de lectura.
    • Corregir los errores de lectura (inversiones, omisiones, adiciones…) que se producen sobre todo en el caso de letras que se aproximan en cuanto a posición o dirección.
    • Imprimir mayor velocidad, ritmo y entonación a la lectura.
    • Leer pseudopalabras o asociar la imagen a palabras desconocidas.
    • Descender el nivel de fatiga ante las tareas de lectura.
    • Decodificar y recordar lo que han leído, sin inventarse las palabras a partir del inicio de las mismas.
    • Seguir el texto sin saltarse los renglones ni perderse.
    • Acceder a la verbalización y entonación de lo leído para favorecer su comprensión.
  • Escritura:
    • Mejorar la grafía, así como la presión ejercida sobre el útil de escritura y el tamaño de las letras.
    • Realizar una grafía legible.
    • Aumentar la fluidez y el rimo durante este tipo de actividades.
    • Orientarse en el papel de manera adecuada.
    • Disminuir los errores de segmentación.
    • Realizar la conversión fonema-grafema, evitando confusiones (omisiones, inversiones…) en sus escritos, sobre todo en aquellas que presentan una pronunciación similar.
    • Aprendizaje del uso de las normas ortográficas y de las reglas gramaticales.
    • Construcción de párrafos y respeto a las convenciones de la escritura.
    • Aumentar sus posibilidades de expresión escrita.
    • Cuidar, ordenar y permitir el acceso a lo que escribe.
  • Matemáticas:
    • Adquirir las nociones básicas y el concepto de número.
    • Interiorizar y comprender conceptos matemáticos.
    • Dominar la numeración y el sistema decimal.
    • Resolver adecuadamente las operaciones básicas.
    • Resolver problemas matemáticos.
    • Desarrollar estrategias que agilicen el cálculo mental.

Necesidades en el desarrollo lingüístico

Existen necesidades de:

  • Adquisición y desarrollo adecuado del lenguaje.
  • Alcanzar un desarrollo fonológico correcto.
  • Corregir las dificultades en el habla, en la dicción y en aquellos aspectos propios del lenguaje que se vean afectados.
  • Acceder a las formas lingüísticas de los conceptos.
  • Ampliar su vocabulario.
  • Mejorar sus habilidades para el deletreo.
  • Responder mediante un lenguaje fluido a las preguntas que se les formulan.
  • Corregir sus producciones, lo que les permite expresar sus ideas de forma completa.
  • Pronunciar ciertos sonidos y fonemas adecuadamente.
  • Diferenciar sonidos y fonemas adecuadamente.
  • Diferenciar sonidos del lenguaje oral que se asemejen a alguno de sus rasgos.
  • Adquisición de aspectos orales y escritos de las lenguas extranjeras.
  • Narrar los hechos con coherencia y claridad.
  • Reflexionar acerca de su propio lenguaje y de sus posibilidades de uso.

Necesidades en el desarrollo cognitivo y metacognitivo

El alumnado con dislexia necesita:

  • Favorecer sus habilidades de discriminación, tanto auditiva como visual.
  • Atender a los detalles para evitar errores.
  • Ampliar sus posibilidades de atención, tanto selectiva como sostenida, durante la realización de las tareas.
  • Ampliar las posibilidades de su memoria de trabajo a corto plazo y a largo plazo.
  • Retener diversas informaciones secuenciadas en el tiempo.
  • Compensar aquellas funciones cerebrales menos desarrolladas.
  • Valorar la realización del esfuerzo mental sostenido.
  • Autoadministrarse y organizarse, en lo escolar y en lo personal, contribuyendo a la terminación de las tareas.
  • Adquirir y respetar rutinas, así como adecuadse a los cambios en las mismas.
  • Aprender y realizar nuevas tareas.
  • Realizar diferentes actividades de manera simultánea.
  • Cuidar la presentación de las tareas.
  • Procesar la información ofreciendo respuestas acordes con las preguntas.
  • Extraer conclusiones de la información que se le ofrece.
  • Aumentar su ritmo en la ejecución de las tareas.
  • Establecer tiempos para pensar, controlando su impulsividad.
  • Corregir los errores que comete.
  • Aprender a esperar.
  • Controlar por sí mismo las distintas facetas de su persona, disminuyendo la ansiedad y alcanzando una mayor estabilidad.

Necesidades en el desarrollo afectivo, social y conductual

El alumnado disléxico requiere:

  • Aprender a tolerar la frustración.
  • Disminuir la ansiedad que pueden generarse como consecuencia de sus miedos y dificultades.
  • Realizar nuevos aprendizajes.
  • Motivarse por lo escolar.
  • Considerar el esfuerzo como valor positivo en el trabajo.
  • Aumentar su autoestima.
  • Valorar sus aspectos positivos frente a los demás.
  • Aceptar a los demás y ser aceptado por el grupo.
  • respetar a los compañeros, así como el proceso educativo de los mismos (no molestar en clase).
  • Participar en situaciones de juego y respetar las normas de los mismos.
  • Ajustar su comportamiento a la situación en la que se halla.
  • Escuchar con atención a la persona que le habla.
  • Plantear sus dudas para continuar avanzando.
  • Cuidar sus materiales escolares.

Necesidades en el desarrollo motor

Tienen necesidades de:

  • Mejorar la coordinación sensorial-motriz.
  • Agarrar y prensar el lápiz sobre el cuaderno con la intensidad adecuada.
  • Desarrollar su psicomotricidad fina en función de su edad.
  • Ampliar sus posibilidades de equilibrio y coordinación.
  • Adecuar el tono corporal y la postura al movimiento que realiza.
  • Desplazarse con orden y ritmo.
  • Establecer su lateralidad y adquirir su esquema corporal.

Necesidades derivadas de la organización de la respuesta educativa

Este alumnado requiere docentes que:

  • Generar un ambiente positivo y constructivo.
  • Acepten un ritmo más lento de aprendizaje y un umbral de fatiga más bajo.
  • Conozcan qué es la dislexia, las consecuencias derivadas de la misma y las líneas adecuadas para su intervención.
  • Procuren un entorno educativo estructurado, previsible y ordenado.
  • Den explicaciones e instrucciones más claras, más lentas o con más repetición.
  • Elogien las capacidades de este alumnado para enseñarle mejor.
  • Colaboren con la familia en la intervención y en la toma de decisiones motodológicas y evaluadoras.
  • Adecuen la evaluación, posibilitando otros medios para la detección de los conocimientos y no sólo los exámenes escrito.
  • Confíen en las posibilidades de éxito de este alumnado.
  • Observen y ayuden en la detección de otros posibles trastornos asociados (déficit de atención e hiperactividad).
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Los alumnos con discapacidad auditiva

Los alumnos con discapacidad auditiva son aquellos que tienen una audición deficiente que afecta a ambos oídos, es decir, padecen pérdida auditivas bilaterales. Las pérdidas unilaterales (un sólo oído) permiten una audición normal, no presentando necesariamente alteraciones en el lenguaje. La disfunción más significativa que presentan las pérdidas unilaterales es la dificultad para localizar la fuente sonora.

A la hora de hablar de alumnado con discapacidad auditiva podemos clasificarlos en dos grandes grupos: alumnado con hipoacusia y alumnado con sordera. Los primeros son aquellos que aun padeciendo una pérdida de audición, son capaces de adquirir por vía auditiva el lenguaje oral y utilizar el mismo de manera funcional en su proceso comunicativo, aunque necesitarán en la mayoría de los casos del uso de unas prótesis adecuadas. Los segundos, alumnado con sordera, su pérdida auditiva es de tal grado que sus restos auditivos no son aprovechables y se encuentra incapacitado para adquirir la lengua oral por vía auditiva, convirtiéndose la visión en su principal canal de comunicación.

¿Qué es la discapacidad auditiva?

La discapacidad auditiva se define como la pérdida o anormalidad de la función anatómica y/o fisiológica del sistema audtivo, y tiene du consecuencia inmediata en una discapacidad para oír, lo que implica un déficit en el acceso al lenguaje oral. Partiendo de que la audición es la vía principal a través de la cual se desarrolla el lenguaje y el habla, debemos tener presente que cualquier trastorno en la percepción auditiva del niño, a edades tempranas, va a afectar a su desarrollo lingüístico y comunicativo, a sus procesos cognitivos y, consecuentemente, a su posterior integración escolar, social y laboral.

Aunque el término de sordera implica un determinado grado de pérdida auditiva, éste se ha utilizado y se utiliza tradicionalmente para hacer referencia tanto a la pérdida leve como profunda, generalizando su uso en la designación de cualquier deficiencia auditiva.

Implicaciones y características diferenciales del alumnado con discapacidad auditiva

La discapacidad auditiva, además de la incapacidad o disminución de la audición, va a suponer en el alumnado una serie de consecuencias que estarán condicionadas por factores tan diversos como la edad de aparición de la deficiencia auditiva, el grado de pérdida auditiva, el nivel intelectual del sujeto, la existencia de restos auditivos, la colaboración e implicación familiar, la rehabilitación realizada, etc.

Con mucha frecuencia se comete el error de creer que todas las personas con discapacidad auditiva son iguales y que su problema se centra únicamente en su pérdida auditiva, cuando en realidad el provlema es mucho más complejo y es el desarrollo integral del sujeto el que se ve afectado de una manera global.

Las implicaciones que pueden aparecer como consecuencia de una discapacidad auditiva, serán más o menos significativas en función del grado de pérdida auditiva, si bien este planteamiento nunca se corresponderá totalmente con la realidad, debido a los factores anteriormente expuestos.

En el alumnado con hipoacusia las consecuencias aún siendo notorias, no supondrán alteraciones insalvables, mientras que en el alumnado con sordera, las consecuencias son tantas y tan importantes que todo su desarrollo personal se ve comprometido.

Desde un enfoque perceptivo y lingüístico podemos analizar estas consecuencias en función del grado de pérdida auditiva.

Implicaciones de la discapacidad auditiva leve (20-40 dB)

  • El lenguaje no se verá afectado y sólo aparecerán pequeñas alteraciones fonéticas.
  • Presentará dificultad para percibir la voz baja o sonidos lejanos de baja intensidad.
  • Pueden ser dispersos, con baja atención.
  • En muchos casos la discapacidad auditiva es transitoria, como consecuencia de un proceso infeccioso.

Implicaciones de la discapacidad aditiva moderada (40-70 dB)

  • Puede existir una lenguaje empobrecido con problemas de articulación y de movilidad del paladar, lo que supondrá una nasalización excesiva y una intensidad de voz inestable.
  • Se pueden presentar alteraciones fonéticas y prosódicas de importancia así como alteraciones estructurales en la sintaxis.
  • Presentarán problemas para percibir una conversación normal.
  • Pueden presentar aislamiento social y dificultades comunicativas, alterándose en ocasiones su integración en el grupo de clase.
  • Pueden aparecer problemas en el seguimiento del currículum, debido a su dificultad para comprender adecuadamente las explicaciones y a su pobreza de vocabulario.
  • Se puede producir algún retraso en el aprendizaje y dominio de la lecto-escritura.

Implicaciones de la discapacidad auditiva severa (70-90 dB)

  • El ritmo articulatorio y los elementos prosódicos del lenguaje están alterados.
  • Percibirá únicamente sonidos intensos, con dificultad en las frecuencias altas.
  • Presentará graves problemas en la comprensión y expresión del lenguaje oral.
  • Se presentarán problemas para estructurar adecuadamente el el lenguaje tanto oral como escrito.
  • Será necesaria una adecuada adaptación protésica.
  • Los problemas de aislamiento e interacción social se incrementan.
  • En la mayoría de los casos será necesario utilizar la lectura labial, para compensar su dificultad comprensiva.

Implicaciones de la discapacidad auditiva profunda o sordera (más de 90 dB)

En pérdidas auditivas profundas o sordera, las consecuencias derivadas de la discapacidad, son muchas y repercuten en aspectos tan importantes como el desarrollo cognitivo, el desarrollo socio-afectivo, la comunicación, la personalidad, etc.

La principal consecuencia que se presenta en el alumnado con sordera es su dificultad para comunciarse con el mundo que le rodea y de ella se van a derivar el resto de implicaciones. Estas son tan amplias y afectan a tantas áreas, que sería muy extenso su desarrollo, por lo que nos centraremos en los aspectos más relevantes.

Desarrollo cognitivo:

  • Su desarrollo cognitivo se ve mermado debido al déficit informativo y a la falta de aprovechamiento de sus experiencias, lo que deriva en una falta de motivación para el aprendizaje.
  • La escasa información que reciben, en ocasiones incompleta e incluso errónea, dificulta la comprensión y aceptación de normas.
  • Presenta dificultades a la hora de planificar sus acciones y de reflexionar, actuando de manera impulsiva e inmediata, sin calcular muchas veces las consecuencias de sus acciones.
  • Tiene gran dificultad par realizar tareas de abstracción o razonamiento, así como para formular hipótesis o proponer diversas alternativas.
  • La pobreza o ausencia de un lenguaje interior, dificulta enormemente el desarrollo y la estructuración del pensamiento y del lenguaje.
  • Los problemas que presentan en la comprensión lectora se deben principalmente a su dificultad para la codificación fonológica y a su pobre memoria secuencial-temporal, así mismo presentan dificultad para comprender determinadas construcciones sintácticas y el uso de los nexos.

Desarrollo de las funciones sensoriales y motoras:

  • La pérdida de la audición supone la carencia de un sentido fundamental, por lo que l visión cobra una papel primordial.
  • Se produce un desequilibrio en su estructuración espacio-temporal, dado que su falta de audición no le permite desarrollar adecuadamente su orientación en el espacio.
  • La pérdida del sentido de la audición, supone una dificultad para la estructuración del tiempo y la apreciación del ritmo.
  • Las lesiones del oído interno, llevan en ocasiones aparejadas alteraciones del aparato vestibular, por lo que se producen problemas de equilibrio en algunas personas con sordera.

Desarrollo socioafectivo:

  • Los procesos comunicativos de interacción entre el adulto y el niño con sordera son más pobres y su contenido se reduce sustancialmente, debido principalmente a la falta de dominio de un código de comunicación común para ambos. Ello supone, la insuficiente explicación de los hechos, el porqué de las cosas, las consecuencias de sus actos, en definitiva, le falta información sobre el funcionamiento y las normas que rigen nuestra sociedad y los valores sobre lo que se sustenta. Por ello, en ocasiones, el alumnado con sordera presentará un comportamiento inadecuado, como consecuencia de su desconocimiento y falta de información.
  • Esta dificultad que en ocasiones tienen los padres y las madres para comunicarse con sus hijos y dar las explicaciones necesarias sobre las normas familiares y sociales producen una permisividad, que si se mantiene, es muy perjudicial para el desarrollo de la personalidad.
  • Las características de tono, intensidad y ritmo, que presenta el lenguaje nos permiten distinguir situaciones comunicativas de afecto, ternura, enfado, etc. Estas emociones son difícilmente percibidas por la persona con sordera, dado que suca anal auditivo se encuentra gravemente alterado, limitándose la comprensión de estas situaciones a las percepciones visuales, que en ocasiones dan lugar a errores.
  • La pobreza de información y la falta de dominio del entorno más cercano, producen como consecuencia que el alumnado con sordera se muestre desconfiado, egocéntrico, susceptible y en ocasiones impulsivo.
  • El alumnado con sordera presenta con frecuencia dificultad para aceptar la frustración, como consecuencia del bajo control que los agentes externos (familia, profesorado, etc.) ejercen sobre su conducta y que resultan permisivos, favoreciendo así mismo el egocentrismo.

Todas estas características no son generalizables y es necesario individualizar cada caso. La presentación de las mismas dependerá de múltiples factores y variables como la existencia de un lenguaje interior, su nivel de codificación fonológica, la riqueza de las experiencias interpersonales, etc. Todas ellas se han valorado sobre personas con sordera prelocutiva con poca base de oralización y por tanto las mismas no son aplicables, o lo son en menor medida, a personas con sordera implantas a muy temprana edad.

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Alumnos con deficiencia motora

La persona con una deficiencia motora es aquella que presenta, de una manera permanente o transitoria, alguna alteración de su aparato locomotor, debido a un deficiente funcionamiento del sistema óseo-articular, muscular y/o nervioso, y que en grado variable limita algunas de las actividades que pueden realizar el resto de personas de su misma edad.

Las deficiencias motoras que más  nos podemos encontrar en un centro escolar son:

  1. Referidas al Sistema Nervioso:
    1. De origen cerebral:
      1. Parálisis cerebral.
      2. Traumatismos craneoencefálicos.
      3. Tumores.
    2. De origen espinal:
      1. Poliomelitis.
      2. Espina bífida.
      3. Lesiones medulares degenerativas.
      4. Traumatismos medulares.
  2. Referidas al Sistema Muscular:
    1. Miopatías o Distrofias musculares progresivas.
  3. Referidas al Sistema óseo articular:
    1. Malformaciones congénitas.
    2. Reumatismo de la infancia.
    3. Lesiones ósteo-articulares.
    4. Osteomielitis.

Necesidades educativas de estos alumnos

  • Desarrollar y mejorar la motricidad gruesa y fina, estática y dinámica.
  • Desarrollar y mejorar la comunicación y el lenguaje en sus diferentes componentes, utilizando si es necesario sistemas de comunicación alternativos.
  • Desarrollar y mejorar los distintos aspectos de la autonomía personal y social.
  • Potenciar los diferentes canales sensoriales en la recepción de información.
  • Desarrollar y mejorar las habilidades cognitivas.
  • Mejorar los diferentes componentes de personalidad: autoconcepto, estilos atributivos, ansiedad, etc.
  • Mejorar la competencia curricular.
  • Requieren modificaciones, generalmente significativas, en los elementos básicos del currículo.
  • Requieren medios personales, materiales y organizativos de acceso al currículo.

Aspectos diferenciales en las distintas áreas del desarrollo

Desarrollo motor

Todos los patrones de movimiento básicos como sentarse, girar, ponerse de pie, andar… se desarrollan en la medida en que el tronco es capaz de compensar el desequilibrio producido por cualquier movimiento de la cabeza o miembros, e ahí la importancia del control del tronco como condición para el equilibrio postural.

Cualquier fallo en la supresión de reflejos primarios, así como en las alteraciones del tono muscular influirá decisivamente en la capacidad de control postural.

Desarrollo cognitivo

Cuando un individuo presenta déficit motórico y retraso intelectual siempre hemos de considerar la deficiencia mental como un trastorno asociado y nunca como una característica inherente a la deficiencia motórica.

Desarrollo socioafectivo

El niño con deficiencia motórica puede presentar serias dificultades para interactuar con sus compañeros, por sus limitaciones comunicativas, su mayor lentitud para juegos y actividades. Esto nos lleva a implantar habilidades sociales que faciliten dicha interacción, tales como esperar, ser receptivo, pedir y ofrecer ayuda…

Desarrollo del lenguaje

Es necesario aumentar en los niños las habilidades comunicativas, bien potenciando y reeducando el habla cuando sea posible o por medio del aprendizaje de sistema de ayuda no vocal.

Desarrollo  de la motivación

Es necesario que los niños perciban sus propios éxitos como el resultado de la habilidad y competencia y no de la benevolencia de los demás. Debemos esperar que el niño actúe sin adelantarnos a respuestas o iniciativas.

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Trastornos del desarrollo motor: la parálisis cerebral

¿Qué es?

Es un cuadro o estado patológico en el que existe la secuela de una afectación encefálica que se caracteriza primordialmente por un trastorno persistente, pero no invariable, del tono, la postura y el movimiento, que aparece en la primera infancia, y que no sólo es directamente secundario a esta lesión no evolutiva el encéfalo, sino que se debe también a la influencia que dicha lesión ejerce en la maduración neurológica.

Puesto que el término engloba un conjunto de sintomatologías tan amplio, es útil delimitar aquello que queda excluido para su mejor comprensión:

  • No incluye lesiones evolutivas del cerebro.
  • No incluye lesiones localizadas en el sistema nervioso central pero sí en estructuras distintas del encéfalo como la médula espinal.
  • No incluye los trastornos ocasionados por lesiones encefálicas después de la primera infancia.

La parálisis cerebral no es contagiosa ni hereditaria, además de que no se puede curar y es irreversible.

Clasificación

La parálisis cerebral se puede clasificar en:

  • Epasticidad: afecta al 70 u 80 por 100 de los pacientes con parálisis cerebral, cuyos músculos están rígidos y contraídos permanentemente. Se produce como consecuencia de una lesión localizada en el haz piramidal, y consiste en un incremento del tono muscular.
  • Atetosis o parálisis cerebral discinética: se produce como consecuencia de una lesión localizada en el haz extrapiramidal, y consiste en una dificultad en el control y la coordinación de los movimientos voluntarios. Estos movimientos atípicos afectan a las manos, los pies, los brazos o las piernas, y en algunos casos a los músculos de la cara y la lengua, causando el hacer muecas inapropiadas o babear.
  • Ataxia: es un síndrome cerebeloso en el que se encuentra alterado el equilibrio y la precisión de movimientos. Se caracteriza por una dificultad para medir la fuerza, la distancia y la dirección de los movimientos, que suelen ser lentos y torpes, y se desvían con facilidad  del objetivo perseguido. Se aprecia descoordinación de la marcha e incapacidad de caminar siguiendo una línea recta. La marcha es lenta, insegura y rígida y en las caídas son frecuentes.

Otros trastornos asociados

  • Retraso Mental: aproximadamente un tercio de los niños con parálisis cerebral tienen una limitación intelectual leve, otro tercio presenta incapacidad moderada o grave, y el tercio restante es intelectualmente normal.
  • Convulsiones o epilepsia. La mitad de todos los niños con parálisis cerebral tienen convulsiones. Durante una convulsión, el modo normal y ordenado de la actividad eléctrica en el cerebro se interrumpe por estallidos incontrolables de electricidad. Cuando las convulsiones resurgen sin causa directa, como por ejemplo tener fiebre, la condición se llama epilepsia.
  • Problemas de crecimiento. El síndrome llamado «fracaso de medrar» es común en niños con parálisis cerebral de moderada a grave, es especial en aquéllos con cuadriparesis espástica. Fracaso de medrar es el término que se utiliza para describir a los niños que muestran falta de crecimiento o desarrollo a pesar de recibir suficiente alimento.
  • Sensibilidad y percepción anormales. Algunos niños con parálisis cerebral tienen deficiencias en la habilidad para sentir sensaciones simples, como las del tacto o el dolor. Tambén pueden tener dificultades para identificar objetos usando el sentido del tacto (estereoagnosia).

Desarrollo en niños con parálisis cerebral

Desarrollo de la motricidad

La lesión cerebral influye de dos formas en el desarrollo psicomotor: en primer lugar, la interferencia con la maduración normal del cerebro trae consigo un retraso en el desarrollo motor; en segundo lugar, se producen alteraciones en el desarrollo debidas a la presencia de esquemas normales de actitud y de movimiento, ya que persisten modalidades reflejas primitivas, estereotipadas o que el niño es incapaz de inhibir.

Desarrollo del habla y de lenguaje

Las lesiones cerebrales producen casi siempre alteraciones del aspecto motor-expresivo del lenguaje determinadas por una perturbación, más o menos grave, del control de los órganos motrices bucofonatorios, que puede afectar a la ejecución (disartria) o a la organización (apraxia).

En algunos casos, los trastornos motores de los órganos bucofonatorios afectan a la masticación, deglución, control de la saliva o respiración. Si no hay problemas asociados, la comprensión del lenguaje se puede desarrollar correctamente, aunque en algunos casos, la lesión cerebral puede condicionar trastornos específicos del lenguaje y no solamente del acto motor del habla, como las disfasias o cognitivos.

Desarrollo cognitivo

El desarrollo cognitivo del niño con parálisis cerebral puede verse interferido por los problemas en el desarrollo del lenguaje a los que ya hemos aludido. Sin duda, el lenguaje, además de una forma de comunicación, es una incapacidad instrumental de máxima importancia para la construcción del conocimiento, de modo que cualquier limitación o alteración de las habilidades lingüísticas puede acarrear problemas en el desarrollo de la inteligencia.

Interacción social

El déficit comunicacional provoca limitaciones tanto para el desarrollo cognitivo como para su desarrollo social y de la personalidad. La falta de control sobre los objetos, los acontecimientos y las personas del entorno que sufre el niño con parálisis cerebral puede representar, además de menores oportunidades para el aprendizaje, un aprendizaje afectivo de falta de sincronía entre sus respuestas y las consecuencias sobre el ambiente.

Por otra parte, si el niño se enfrenta con frecuencia a situaciones que no puede resolver, puede quedar afectada su disposición para el aprendizaje.

En cuanto a las consecuencias emocionales se afirma que la emoción que acompaña a este estado es la depresión. Lo que produce una autoestima y sentido de competencia y protege contra la depresión no es sólo la cantidad absoluta de a experiencia, sino la percepción de que son las propias acciones las que controlan la experiencia.

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Indicadores del autismo y diagnóstico diferencial

Indicadores:

Cuando hablamos de autismo, no estamos hablando de una enfermedad. Considerando las distintas áreas, las características pueden ser:

a. Desarrollo motor

  • Consiguen logros motrices a la misma edad que los niños normales, aunque puede haber un ligero retraso.
  • Repiten determinados movimientos una y otra vez.
  • Manifiestan estereotipias, retorcerse las manos frente a los ojos, dar vueltas sobre sí mismo, balancearse, autolesionarse.
  • Déficits motores leves.
  • Algunos poseen una buena coordinación motora mientras que otros manifiestan hipotonía.

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