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La evaluación psicopedagógica en alumnos con sordoceguera


El equipo de Orientación Educativa y el centro educativo del que depende el niño, junto con el Equipo Específico de Atención al Alumnado con Ceguera o Discapacidad Visual cuenta con la figura del Profesional Especialista en Sordoceguera de Zona, podrían hacer la valoración multidisciplinar de sus necesidades específicas.

Se procederá a entrevistar a la familia para recoger cuanta información clínica, educativa y de su desarrollo en general se estime conveniente. Es imprescindible identificar las necesidades educativas especiales que se derivan de la sordoceguera, de cara a plantear una buena intervención escolar.

Hasta hace poco se consideraba que la evaluación de personas con sordoceguera congénita era imposible de realizar, se mostraban pasivas, encerradas en sus propias autoestimulaciones y no manifestaban interés en contactar con los demás o con su entorno. A este hechos e sumaba la falta de pruebas especialmente diseñadas, lo que llevaba a etiquetarlas como personas inevaluables en el mejor de los casos y como retrasadas en la gran mayoría de los otros. Sin embargo, muchos profesionales empezaron a plantear que estas dificultades pudieran centrarse más en nuestra incapacidad de comprenderles y de reconocer sus comportamientos espontáneos como una respuesta funcional.

Para llevar a cabo una buena evaluación, utilizaremos la técnica de vídeo análisis que nos permitirá analizar las interacciones comunicativas. Esta técnica nos ayuda a interpretar las respuestas que emite el niño y conocer el significado de las mismas, utilizando toda la información del contexto. Al poder repetir la visualización una y otra vez, podremos observar diferentes aspectos de la misma.

Aspectos a valorar

El desarrollo de la comunicación, el desarrollo cognitivo y el desarrollo de un lenguaje están interrelacionados, por lo que averiguar cuál es el potencial comunicativo del niño con sordoceguera nos ayudará a determinar, en grandes rasgos, su desarrollo cognitivo.

  • Observar las estrategias y habilidades comunicativas que utiliza el niño con sordoceguera y su capacidad para la generalización.
  • Evaluar si hay o no sistema de comunicación, cuál es el que utiliza oral, lengua de signos) y qué nivel tiene.
  • Evaluar si debe cambiar o no de sistema de comunicación, si progresan sus déficits.
  • Evaluar su capacidad de anticipación, de atención, de memoria y de imitación.
  • Valorar los canales sensoriales prioritarios y más eficientes que utiliza y la forma en que integra la información. Esto nos ayuda a conocer su capacidad de contactar con el entorno.
  • Valorar sus preferencias, su relación con los objetos y sus habilidades manipulativas.
  • Establecer su nivel de funcionamiento en las situaciones de la vida diaria.
  • Valorar otros aspectos como son la motivación, perseverancia, determinación y su tiempo de respuesta. Nos ayudarán a conocer su estilo de aprendizaje.
  • Valorar la presencia de conducta inadecuadas, analizando su significado como intento comunicativo.

¿Cómo se lleva a cabo la evaluación?

Hay que hacer hincapié aquí en el proceso de evaluación del alumnado con sordoceguera congénita, sin canales sensoriales funcionales y sin sistema de comunicación, por ser la situación más extrema y específica.

Se le debe evaluar en un entorno familiar, si es posible. Cuando no lo sea, procuraremos crear un entorno reactivo en donde se permita al niño conocer al profesional de la evaluación, proporcionando una situación agradable, permitiendo un tiempo previo para que pueda explorar y familiarizarse con el sitio. Utilizaremos la técnica del videoanálisis.

Pasos en la secuencia de interacción para la evaluación de una persona con sordoceguera congénita:

  1. Determinar el estadobiocomportamental: analizar el estado de alerta que tiene el sujeto antes de iniciar.
  2. Seguir el interés del sujeto: dejarse guiar por el sujeto proporcionando una situación placentera.
  3. Utilizar pequeños pasos de incremento: cada paso debe diferir muy poco del anterior.
  4. Establecer una rutina: crear una situación predecible para el sujeto con sordoceguera.
  5. Elegir una señal: buscar una «marca» que sirva de indicador para su continuidad.
  6. Imitación: imitar la acción del sujeto y observar su respuesta a continuación.
  7. Añadir una modalidad sensorial: agregar o aumentar la estimulación sensorial y observar las reacciones.
  8. Reacciones orientativas: comprobar la atención del sujeto.
  9. Resolución de problemas: cambio repentino de la rutina para valorar respuesta y capacidad de resolución.
  10. Actitud hacia el aprendizaje: motivación, interés.
  11. Anticipación: capacidad de habituación al estímulo.
  12. Canales preferidos de estimulación y aprendizaje: valorar sus remanentes sensoriales para el mejor aprevechamiento de los mismos.

Instrumentos de evaluación

En el alumnado con sordoceguera adquirida, se seguirá un proceso normalizado de evaluación dependiendo de su situación perceptiva de partida (deficiencia visual o auditiva) y considerando el sistema de comunicación (lengua oral o de signos).

En el colectivo del alumnado con sordoceguera congénita no podemos utilizar las pruebas tradicionales estandarizadas, ya que su diseño se basa en las habilidades y destrezas que la persona adquiere por interacción con su entorno o de forma incidental y a las cuales el niño con sordoceguera no llega por su limitación sensorial.

Las únicas pruebas creadas específicamente para este colectivo contemplan escalas de desarrollo para aquellos sujetos que presentan discapacidades severas. Éstas miden el progreso en su desarrollo y, por tanto, no sus capacidades innatas.

Las escalas de desarrollo diseñadas para esta población, más utilizadas son:

Escala Callier-Azusa (“G” general y“H” habilidades comunicativas)

  • Autor: Day y Stillman, 1975.
  • Editorial: Universidad de Texas. Centro Callier para desórdenes en la comunicación.
  • Población a la que va dirigida: Niños con sordoceguera de 0-6 años.
  • Proporciona información de las actividades apropiadas al nivel de desarrollo del niño. Se compone de 18 subescalas, que describen hitos del desarrollo, que están incluidas en cinco grandes áreas: desarrollo motor, desarrollo perceptivo, habilidades de la vida diaria (HVD), cognición, comunicación, lenguaje y desarrollo social.
  • Se basa en la observación de comportamientos del sujeto en interacción. No evalúa ni el potencial cognitivo ni la inteligencia.

Un perfil de desarrollo (Para emplear con personas con sordoceguera congénita o sordoceguera adquirida a edad temprana)

  • Autor: John McInnes, 1994.
  • Editorial: Canadian Deafblind and Rubella Association.
  • Población: Personas con sordoceguera.
  • Este perfil trata de identificar todo lo que la persona con sordoceguera puede hacer, sin importar la limitación de sus capacidades para llevarlas a cabo. La primera parte de este perfil recoge de manera pormenorizada el historial del sujeto. La segunda parte es propiamente el perfil de desarrollo, donde se reflejan las actividades pertenecientes a las áreas del desarrollo.

Estrategias orientadas a la evaluación de niños que son sordociegos o que tiene plurideficiencias

  • Autor: Dr. Jan van Dijk y Ms. Catherine Nelson.
  • Editorial: Apnootmuis.
  • Población: Población infantil con sordoceguera y/o múltiples discapacidades.
  • El CD-ROM de Dr. Jan van Dijk y Ms. Catherine Nelson sobre la valoración de la población infantil con múltiples discapacidades incluye 40 vídeos en un formato interactivo. Propone preguntas sobre las técnicas específicas de valoración que se pueden observar en las grabaciones. Sus análisis y aportaciones son muy útiles para abordar la valoración e intervención en el día a día de la población infantil con sordoceguera.

BIBLIGRAFÍA

Junta de Andalucía (Consejería de Educación). «Manual de atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo derivadas de discapacidad visual y sordoceguera».